domingo, 17 de enero de 2010

"En el principio, el hombre creó a Dios..."


Desde que en el mes de enero la Asociación Humanista Británica lanzase la campaña "Probablemente Dios no exista” respuestas y secuelas han surgido posteriormente tanto a favor como en contra, avivando polémicas, debates, escándalos y, por qué no decirlo, también alegrías de aquellos que siempre han sido señalados por su creencia en el ateísmo o agnosticismo (o mejor dicho, falta de creencia ).
Lo novedoso y por tanto interesante de estas campañas, es el producto publicitado en sí: ateísmo soportado en un mensaje de tranquilidad (deja de preocuparte y disfruta de la vida) y alejado de cualquier connotación de tristeza y pena por un alma perdida. El tono y el color acompaña en esta forma natural de plantear una defensa de pensamiento.
El pasado 20 de noviembre, y coincidiendo con el Día Internacional del Niño, la AHB, liderada por Richard Dawkins, lanzó su última campaña que bajo el slogan“Por favor, no me etiquetes. Déjame crecer y elegir por mí mismo”, mostrando la necesidad de dejar a los niños que elijan su creencia cuando crezcan, sin condicionarlos desde su nacimiento. En las distintas piezas aparecen, acompañando al copy, unos niños que elegidos en una agencia y lógicamente bajo criterios estéticos, se muestran de forma natural y sinceramente sonrientes.
Todo resultaría normal en esta comunicación si no fuera que los protagonistas de los anuncios no sólo tienen rostro, sino que poseen además una flamante partida de bautismo. El padre de los niños, anglicano evangélico, ha revelado la identidad de los pequeños Charlotte y Ollie, que justifica su expresiva felicidad en la educación en la fe de Cristo. «La foto –comenta el padre- muestra que hemos criado a nuestros hijos de un modo que los hace felices». Cierto es que la otra lectura sería, al amparo del sentido de la
¿ NO HAY DIOS?..
campaña: Lástima que unos, inocentes y felices deban estar etiquetados de por vida por un bautismo que no eligieron. En todo caso el supuesto contrasentido estaría bien resumido en el titular que el diario ABC realizaba para la noticia de sobre esta campaña: “Felicidad cristiana para captar ateos”.
En este camino del humanismo en difundir la vida ética y la necesidad, por tanto, de publicitar con mensajes impactantes esta idea, continúa en Estados Unidos. Durante el fin de semana de Acción de Gracias se presentó en las ciudades más importantes del país una campaña denominada “Fiestas sin Dios”, con el objetivo de proclamar unas fiestas sin presencia de la fe. La campaña, bajo el slogan “¿No hay Dios? ¡No hay problema!”, presenta una creatividad en autobuses, trenes y vallas
BUENOS SIN DIOS
con personas sonrientes con gorro de Papá Noel y no deja de ser una versión de la campaña lanzada el pasado año en Washington que proclamaba el ingenioso slogan: ¿Por qué creer en un dios? Solo sea bueno “por el amor de dios”.
Otras interesantes comunicaciones se han desarrollado en este sentido. Con el slogan “Un millón de Neoyorquinos son buenos sin dios” presentaba su campaña la Coalición Unidos por la Razón en la ciudad americana. Otra interesante campaña de la Fundación “Guardaos el dogma” para la libertad de la religión tuvo lugar en Idaho y en Chicago utilizando un denominado “Autobús ateo” que llevaba el mensaje “En el principio, el hombre creó a dios”.
Pero incluso para campañas divulgativas sobre la no-fe tiene que ser medidas y el retorno cuantificado. Según un estudio de la American Religious Identification Survey, que se presentó el pasado mes de marzo, desde 1990 casi se han duplicado el número de personas que afirman vivir sin religión. Es decir, de un 8,2 por ciento en el 90 se ha llegado a un 15 por ciento de agnósticos y ateos en 2008. Cabe preguntarse si la propia dinámica social ha propiciado esta indiferencia sobre la fe, independientemente de las comunicaciones y campañas con este fin. Estaremos atentos a las diversificaciones, respuestas y versiones nacionales, pero recuerde que al final usted elige “creer” o no “creer” en su eficacia.